¿Cómo utilizar la Inteligencia Artificial para invertir en el planeta?

¿Cómo utilizar la Inteligencia Artificial para invertir en el planeta?

La era de la inteligencia artificial (IA) ha trascendido los laboratorios de investigación para convertirse en un pilar fundamental de la innovación tecnológica contemporánea. A medida que avanzamos en la década de 2020, la IA no solo ha demostrado su capacidad para mejorar procesos y servicios, sino que también ha planteado interrogantes profundos sobre el futuro del trabajo, la ética en la tecnología y la seguridad de los datos.

Los últimos años han sido testigos de avances significativos en la capacidad de procesamiento y la eficiencia algorítmica de los sistemas de IA. OpenAI, con el lanzamiento de ChatGPT, y Google, con su plataforma Gemini, son solo la punta del iceberg. Estas innovaciones han ampliado las capacidades de la IA, desde el procesamiento del lenguaje natural (PLN) hasta la generación de contenido creativo y la toma de decisiones autónoma.

En el ámbito técnico, los avances en aprendizaje profundo (deep learning), redes neuronales convolucionales (CNNs) y sistemas de inteligencia artificial generativa (como DALL·E para la creación de imágenes y GPT-4 para el procesamiento de texto) están redefiniendo lo que es posible, permitiendo a las máquinas aprender y adaptarse de manera más eficaz a partir de grandes volúmenes de datos.

La IA está catalizando transformaciones en sectores tan diversos como la sanidad, donde los algoritmos de IA están mejorando el diagnóstico y tratamiento de enfermedades; la automoción, con el desarrollo de vehículos autónomos; y la energía, optimizando la distribución y consumo. Y, por supuesto, en el sector financiero, la inteligencia artificial, con su capacidad para procesar y analizar vastas cantidades de datos financieros, informes de empresas, y tendencias del mercado en tiempo real, está proporcionando a los analistas herramientas potentes para evaluar la salud financiera, la sostenibilidad y el potencial de crecimiento de las empresas con una precisión sin precedentes. Proveyendo de una herramienta que tiene el potencial de mejorar significativamente la toma de decisiones en inversiones, permitiendo un análisis más profundo de las métricas financieras. La personalización masiva y la mejora en la eficiencia operativa son solo algunos de los beneficios tangibles que la IA está aportando a estas industrias.

El tamaño del mercado de Inteligencia Artificial se proyecta alcanzar los 305.900 millones de dólares en 2024, esperándose un crecimiento anual (CAGR 2024-2030) del 15,83%, resultando en un volumen de mercado de 738.800 millones de dólares para 2030. Este pronóstico subraya la expansión y el potencial de inversión en el sector, complementando el récord de inversión en startups de IA y el aumento en la presentación de patentes relacionadas, indicando un avance continuo en la innovación y comercialización de tecnologías de IA.

No obstante, la integración de la IA en nuestras vidas plantea desafíos significativos, desde la seguridad de los datos y la privacidad hasta la creación de sistemas de IA éticos y transparentes. La gobernanza de la IA, incluyendo la regulación y el establecimiento de normas internacionales, se está convirtiendo en un campo de estudio y debate crucial.

La inteligencia artificial no es solo una herramienta para la innovación tecnológica; es un catalizador para la reinvención social y económica. A medida que avanzamos, es esencial que los desarrolladores, empresarios, inversores y legisladores trabajen juntos para asegurar que los beneficios de la IA se maximicen mientras se mitigan sus riesgos. La promesa de la IA para impulsar el progreso humano nunca ha sido mayor, y estamos solo en el comienzo de descubrir todo su potencial.

Para ayudar a los inversores a identificar empresas prometedoras, la gestora valenciana independiente Nao Sustainable Asset Management (Nao SAM) lleva a cabo un análisis exhaustivo de negocios potenciales, evaluando su modelo de negocio, finanzas y perspectivas a largo plazo. Su foco principal es encontrar aquellas que destaquen no solo por rentabilidad, si no también por sostenibilidad.

Nao SAM valora las empresas en función de criterios ESG (Medioambientales, Sociales y de Gobernanza) y financieros para construir una cartera diversificada a partir de inversiones infravaloradas pero con capacidad de crear valor a lo largo del tiempo.

Desde que surgió la gestora en 2018, el objetivo que persigue es generar rentabilidad apostando por compañías competitivas, haciendo una selección a través de diversos sectores pero con un rasgo en común: el cuidado de las personas, la sociedad y el medio ambiente.

En su estrategia de inversión se enfoca en renta variable, con una inclinación hacia Europa. Su primer fondo de inversión, Nao Europa Responsable, invierte al menos el 75% de su exposición total en renta variable con un foco particular en emisores y mercados europeos. Apuesta por sectores como el Industrial (16%) y el de Tecnología (15%), dentro de este último encontramos acciones del gigante Microsoft que está entre las principales posiciones del fondo. En términos de rendimiento, en lo que va de 2024 el fondo obtiene una rentabilidad acumulada de 4,32%, mientras que a 5 años acumula un 11,45%.

Este fondo tiene un hermano que invierte principalmente en compañías cotizadas europeas: Protea Fund - Nao Responsible Europe. El fondo registra un rendimiento de 4,23%% en el año en curso y un 9,94% para el acumulado en cinco años. Este instrumento cuenta con la misma estrategia y cartera que el anterior, si bien su jurisdicción está en Luxemburgo mientras que el primero está en España. Ambos son dos vehículos de inversión Artículo 8 para cumplir con los criterios ESG definidos en el Reglamento SFDR de la Unión Europea.

En junio de 2023, la boutique de inversión lanzó Protea UCITS II NAO Patrimonio Global para ofrecer una alternativa equilibrada entre renta variable y renta fija. Se trata de un fondo con un enfoque mixto para mantener entre el 40% y el 70% en acciones, centrándose en empresas europeas y estadounidenses, y entre el 20% y el 60% en bonos con grado de inversión. El fondo sigue criterios estrictos de sostenibilidad para todas sus inversiones y busca diversificar sus activos en base a su potencial de crecimiento y solidez financiera. Su foco está principalmente en los sectores de industriales, consumo defensivo, servicios financieros y tecnología.

Para Eugeni Segarra, gestor de carteras en Nao SAM, uno de los aspectos clave es estudiar la situación actual de la economía con vistas al futuro, lo que implica evaluar aspectos como la inteligencia artificial y su influencia en el rendimiento de las empresas en el largo plazo, siempre desde una perspectiva sostenible con el planeta.


Este contenido puede ser catalogado como material de marketing. No constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos y rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.


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